Archivo

Archive for febrero 2010

Desde la barandilla

23 febrero 2010 3 comentarios

La paciencia es algo de lo que carezco. Sin embargo, me miento a mí mismo para serlo.

Es por eso que tal vez, en algún momento, dejé de aguantar a mis padres. Dejé de aguantarme a mí mismo y busqué mi libertad. Sólo para encontrarme en un vacío interestelar, rodeado de nubes y estrellas, de supernovas y hoyos negros. Ahí donde alguna vez viví, donde alguna vez soñé.

He escrito para tí lo mejor de mí. He recordado para tí, lo menos peor de mí, y sin embargo, fallé en el cometido. No fué algo para olvidar. No fué algo para arrepentirme. Todo lo contrario. Todo eso, todo lo que pasó, es lindo, digno de recordarse, pero supongo que la paciencia en éstos casos, no es recursiva, vaya es como un ciclo que nunca acaba.

No me gustan los «Te Quiero» cuando no se sienten, no, ni el sexo estival, tampoco creo en que un clavo saque a otro clavo y menos con la misma forma del martillo, ese martillo que ya está roído, gastado, pero que aún así, tiene vida, tiene fuerza. Es como dar el golpe final. Lo bueno es que soy impulsivo e incoherente, en ese sentido, hay mucho en común. Y lo bueno de ser impulsivo e incoherente, es que todo lo que dices o escribes lo sientes. Si, se siente, y mucho. La falsedad no cabe en nuestras almas. 

No lo pensarás siquiera pero
en este juego de mascaras y ficciones
seré lo más real que hayas tenido
cuando pasen los años y caigas en la cuenta
de que no ganabas nada
perdiéndome.

¿Qué se puede esperar de un hijoputa que no sabe apreciar lo que tiene? A mi también me cagan los amores veraniegos…

Cheers…

Categorías: Uncategorized Etiquetas: